domingo, 12 de febrero de 2012

Queremos tanto a Glenda*

Hermoso conjunto de cuentos de Cortázar, desgraciadamente menos conocido que otros de sus libros de narraciones cortas, por lo que recomendamos su lectura sin duda alguna, tanto para quienes desconozcan al genial escritor argentino, así como a aquellos que tengan un conocimiento parcial de su obra.
Se trata de una decena de cuentos de excelente factura y de muy diversa temática. Llamaron mi atención sobre todo: "Recortes de prensa" y "Grafitti", no porque sean los mejores del libro precisamente, sino por su temática que alude directamente a la feroz dictadura militar argentina de la década del 70.
La manera en que están concebidos estos relatos hacen necesaria una relectura de los mismos, no tanto para una real comprensión de los mismos, sino y sobre todo para alcanzar su verdadero deleite. Y es que Cortázar es sin duda un mago del lenguaje, y los hispano hablantes tenemos la ventaja de que podemos leerle sin previa traducción.
Uno de los cuentos viene con una nota aclaratoria acerca de la técnica que usó el autor para escribirlo y es verdaderamente ilustrativa de la maestría de Cortázar, así como de todo lo que puede contener un número reducido de páginas, además de la historia, el ritmo, el talante, la estructura, etc.
Después de leer "Queremos tanto a Glenda", no se nos ocurre otra frase que "Queremos tanto a Cortázar".

*Queremos tanto a Glenda. Cortázar, Julio. Colombia, Ed. Nueva Imagen y La Oveja Negra, 1980


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El Contrabajo*

Interesante monólogo de Patrick Süskind, a quien solo conocíamos a través de "El Perfume". Se trata de un "funcionario de orquesta sinfónica" que toca el contrabajo como profesión y empleo, y a través de lo que representa para él ese instrumento en lo positivo y lo negativo hace una revisión de la historia de la música y del papel que tuvieron en ella los grandes compositores. Explora así mismo el recurrente tema del amor y lo esquivo que suele resultar el ser amado. La música es probablemente la madre de todas las artes pero puede al mismo tiempo arroparse de una intrascendencia que es descrita con crudeza en este libro.
Se tratan de apenas 92 páginas que pueden leerse de un tirón y que serán un deleite y al mismo tiempo una provocación para los melómanos ; y para quienes aún no han logrado adentrarse en la música como se debe, esta obra será una invitación a ese maravilloso y misterioso mundo, y a su vez a esa celestial (o diabólica) y mundana profesión del músico.

* Süskind, Patrick. El Contrabajo. Colombia, Ed. Seix Barral, 1987


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La Identidad*

Brillante (como todos) libro de Kundera, que nos deja sin piso ni nada en qué creer. Las profundidades filosóficas de los diálogos entre los personajes y los monólogos interiores de los mismos, nos arrojan a los abismos de la desesperanza y tenemos que armarnos de cinismo para sobrevivir, después de todo eso también hacen algunos de los personajes de esta novela, y acaso el autor mismo.
El amor, los celos, el erotismo, la amistad, la política y por supuesto la identidad son algunos de los temas sobre los que reflexiona Kundera y nos quita esas seguridades que fuimos construyendo gracias al olvido paulatino al que sometimos a nuestra lectura de "La Insoportable Levedad del Ser".
Pese a su seriedad, es un libro que no es difícil de leer y se disfruta como debe ser: con emoción y con humor.
Su final es sorpresivo en un doble sentido, a la historia misma que se relata y a las intenciones que íbamos atribuyéndole a Kundera a lo largo de la lectura. Sospecho que  algunos autores magistrales suelen darse el lujo de jugar con sus lectores.

* Kundera, Milan. La Identidad, Barcelona, Ed. Tusquets, 2001


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El Caballero Inexistente*

Solo conocía de él: "Las Ciudades Invisibles", pero eso bastaba para no dejar pasar la oportunidad de leer cualquier otro de los libros de Italo Calvino. Así llegó a mis manos: "El Caballero Inexistente", ambientada en la época de las Cruzadas, más exactamente en las de Carlomagno; en las que una armadura albina carente de caballero se convierte en la metáfora perfecta de tanto anonimato posmoderno, porque como Agilulfo, el nombre de este personaje que no existe, es más fácil dejarse no existir que intentar una verdadera existencia, porque entonces Sartre y la náusea y el vómito. Pero Agilulfo, no seamos injustos, existe más que aquellos que en verdad (o que creen que en verdad) existen, y siendo uno de los mejores paladines del ejército del rey de Francia nos demuestra en su inexistencia el vacío que constituye nuestras vidas, al tiempo que desnuda toda la banalidad de aquello con que intentamos llenarlo.
"El Caballero Inexistente", es al mismo tiempo una novela de aventuras y seguramente habrá muchos lectores inexistentes que se que queden en ese plano, y se regocijen en cada página y sean felices, y nosotros como los caballeros existentes, terminemos envidiando a éstos que no existen pero que creen existir; porque sin duda su condición es menos trágica de los que solo existimos para comprobar nuestra inexistencia. Creo que ya me hice bolas, mejor lean a Calvino y si pueden conseguir la edición de Siruela, mejor porque viene con una carta en que el autor defiende su libro de alguna crítica que le hicieron cuando lo publicó (1959), y que sirve para darle una mejor perspectiva histórica y literaria.

* Calvino, Italo. El Caballero Inexistente, España, Ed. Siruela, 2001.


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lunes, 24 de mayo de 2010

Lolita*

“Era Lo, sencillamente Lo, por la mañana… Era Lola con pantalones. Era Dolly en la escuela. Era Dolores cuando firmaba. Pero en mis brazos era siempre Lolita”, escribe Nabokov en la primera página de esta extraordinaria novela, y acaso las páginas siguientes estén destinadas a explorar esa tórrida y perversa relación entre Humbert y Lo, entre Humbert y Lola, entre Humbert y Dolly, entre Humbert y Dolores, y sobre todo entre Humbert y Lolita; pero siempre Humbert y Humbert, porque se trata de una confesión de un pederasta -locamente enamorado- a los lectores, pero que en el fondo, es siempre una auto confesión.
No voy a contarles todo el argumento de la novela, diré tan solo que trata del amor de un hombre maduro por una púber, que solo puede terminar aplastada ante lo fatal y sórdido de ese sentimiento. Diré también que la película no pudo (era inevitable) capturar toda la atmósfera que crea Nabokov, aunque la última escena es notable. Y tengo que advertir que la promoción que se hace del libro, aún en sus contra tapas, poco tiene que ver con lo que en él se narra. Baste decir, que nunca llegamos a penetrar en la intimidad del lecho de los protagonistas.
Quizá por lo acabado de decir, el libro contiene una explicación “Sobre un libro llamado Lolita”, escrita por el propio Nabokov, en el que cuenta las peripecias editoriales para lograr publicarlo y los mal entendidos que generó; y entre líneas se puede leer una magnífica descripción del papel del artista en general y del escritor en particular. Finalmente, nuestro autor se queja de que nadie haya reparado en su tragedia personal de tener que escribir en un idioma distinto al ruso, su lengua natal; y eso nos da pie para pensar en nuestra propia tragedia: la de leer Lolita, no en ruso, ni en inglés, sino en una versión traducida que cuánto nos habrá hecho perder de la genialidad de Vladimir Nabokov.
Sin duda una novela de primer nivel, que como todo clásico no pierde actualidad. La pederastia está puesta en cuestión y por momentos los argumentos de Humbert suenan convincentes en su justificación, pero al final queda claro, que el amor (porque era eso y no sexo solamente) es una fuerza destructora muy potente.

*Nabokov, Vladimir. Lolita. Ed. Círculo de lectores, Barcelona, 1997.

domingo, 23 de mayo de 2010

Nocilla Experience*

Novela postpoética, o narrativa postpoética, diría de su obra Agustín Fernández. Pero para entender lo que esto significa tendríamos que leer su libro “Postpoesía”. Así que mejor intentemos describir esta obra literaria por un camino diferente.
Se trata de pequeños relatos, la mayoría no llega a la página, que se van hilvanando uno tras otros en diferentes historias que en ocasiones se cruzan. Existe, entonces, una deuda con el lenguaje cinematográfico, que el autor hace explícita con los diálogos de algunas películas (sobre todo Apocalipsis Now) que sirven de especie de epígrafes, aunque al final se integran totalmente al corpus narrativo.
Es inevitable, mientras leemos Nocilla Experience, no pensar en la película de Robert Altman: Short cuts (Vidas cruzadas), y por supuesto en todas las otras que usan la misma técnica.
La prosa de Fernández es por momentos exquisita, pero en todo momento logra hacer estallar, a través de historias sencillas y comunes, los “misterios” profundos de lo que nos hace ser humanos, y esa condición tan nuestra de ángeles caídos. Así, nos va internando por laberínticos caminos (que traspasan Estados Unidos, Alaska, la ex Unión Soviética, España) en el arte, el amor, el tedio, la soledad; pero también la pobreza, la explotación infantil, el dolor, la muerte.
Nocilla Experience, es la 2da. entrega de una trilogía (Proyecto Nocilla y Nocilla Lab son las otras); pero se pueden leer autónomamente.
Obra del 2008, resulta alentadora en un mundo editorial cada vez más dado a lo light y al best seller.

*Fernández Mallo, Agustín. Nocilla Experience. Ed. Santillana, España, 2008.

sábado, 22 de mayo de 2010

Crítica de la razón informática*

Libro estimulante y profundo por donde se le mire. En un contexto tecnofílico donde predominan las miradas ingenieriles en torno a las nuevas tecnologías de la comunicación y la información (NTICs), un libro como el de Tomás Maldonado le pone los cascabeles al gato y queda demostrado que Internet y los productos tecnológicos que se basan en ella, son un asunto demasiado serio para dejarlo en manos de los ingenieros. De hecho el título, que es una variación del famoso libro de Kant, ya nos dice que de lo que aquí se trata es de una mirada filosófica.
El libro está compuesto por 3 ensayos, el primero acomete el asunto de la relación entre ciberespacio y democracia (la hipótesis es que no es posible formar verdaderas comunidades políticas, si éstas solo existen en los espacios virtuales); el segundo explora los cambios que se han dado en el espacio urbano a raíz de las NTICs; y el tercero reflexiona acerca de la transformación del cuerpo a consecuencia de su relación con las nuevas tecnologías.
Se trata de un libro que ya tiene más de 10 años de publicado, pero debido a que toca cuestiones medulares, en nuestra opinión no ha perdido vigencia: la filosofía de la Internet sigue siendo la misma.
Resulta interesante también los diálogos que establece Maldonado con otros autores, tanto contemporáneos como clásicos, para ir fijando su posición, que sin duda está lejos de las visiones excesivamente optimistas, pero también distante de las apocalípticas, aunque al final se impone una visión crítica y por momentos hasta ácida.
Merecen resaltarse sus explicaciones de la sociedad panóptica y de Internet como el Gran Hermano, la confianza contemporánea en los sistemas expertos, y la relación entre el lenguaje y los emoticones.
Altamente recomendable.

*Maldonado, Tomás. Crítica de la Razón Informática. Ed. Paidós, Barcelona, 1998